La Alerta Roja -declarada a solicitud del Presidente Nayib Bukele a la Asamblea Legislativa de decretar Estado de Emergencia en todo el territorio nacional, por el paso de la tormenta tropical Pilar en territorio nacional- implicó la activación de todo el Sistema Nacional de Protección Civil antes de que la tormenta tocara suelo salvadoreño.
Todas las instituciones que conforman el Sistema Nacional, coordinadas por la Dirección General de Protección Civil, se desplegaron por el país y principalmente en zonas consideradas en riesgo por su alto nivel de vulnerabilidad, según cada una de sus competencias, para dar respuesta oportuna ante cualquier emergencia o afectaciones provocadas por la tormenta.
Así se cumplió según lo planificado por el Sistema y Protección Civil convocó a la activación de todo su personal; así como a las Comisiones Técnicas Sectoriales; Comisiones Departamentales; Municipales y Comunales del Sistema Nacional de Protección Civil; y, a toda la población en general, para mantenerla informada y reiterarle las medidas y recomendaciones pertinentes.
Después de 4 días de lluvias las instituciones del Sistema han estado trabajando en esfuerzo conjunto para garantizar la vida y seguridad de la población, en forma articulada y combinada a través de las Comisiones Técnicas Sectoriales, de Servicios de Emergencia, de Seguridad, de Logística, de Albergues y de Servicios de Infraestructura y se está logrando sobrellevar las emergencias que se están atendiendo.
“Seguimos en emergencia nacional y seguramente vamos a seguir teniendo algunas lluvias… aunque ya la tormenta se está alejando de las costas de El salvador, los campos nubosos que circundan la zona principal de la tormenta todavía están presentes en nuestro país”, explicó el Director de Protección Civil, Luis Amaya.
Esto significa que al menos por 24 horas más podría haber algunas lluvias, pero no tan persistentes ni tan fuertes como las ocurridas, agregó el Director Amaya.
A esta fecha, como efecto del impacto de la tormenta Pilar, se registran 39 deslizamientos (12 en La Paz, 9 en San Salvador, 6 en La Libertad, 3 en Cabañas, 3 en Cuscatlán, 3 Usulután, 1 en Morazán, 1 en Santa Ana y 1 en San Vicente), ninguno de los cuales ha sido la causa de víctimas fatales.
Así también, se reporta el colapso de 4 muros (2 en La Libertad, 1 en Ahuachapán y 1 en Cuscatlán) y tampoco han ocasionado fallecidos ni lesionados.
Se contabilizan, además, 112 árboles caídos (25 en el área metropolitana de San Salvador, 17 en La Libertad, 13 en Sonsonate, 12 en San Miguel, 11 en Ahuachapán, 8 en La Paz, 7 en Usulután, 6 en Cuscatlán, 4 en San Vicente, 4 en San Ana, 3 en La Unión, 1 en Cabañas y 1 en Morazán).
En cuanto a viviendas, ya suman 23 con daños (8 en Salvador, 5 en Santa Ana, 2 en San Vicente, 2 en la Paz, 2 en La Unión, 2 en Cuscatlán, 1 en Ahuachapán y 1 en La Libertad). Algunas de estas viviendas fueron dañadas por árboles que cayeron. Las familias de estas viviendas ya se encuentran albergadas en forma segura, recibiendo su alimentación, abrigadas y protegidas ante la situación climática.
A causa de la tormenta, también se han desbordado 2 ríos (1 en Cabañas y 1 en La Paz). Estos desbordamientos fueron pasajeros, pero las instituciones se mantienen muy atentas, monitoreando el caudal de algunos ríos como el río Grande, el río Torola, río Jiboa, río Sepaquiapa en La Paz, el Jute en La Libertad y el río Paz; pues el giro que ha hecho la tormenta Pilar supone que habrá más precipitaciones en la zona paracentral y en la occidental.
Lamentablemente, se reporta el fallecimiento de 3 personas (un hombre de 24 años, una mujer de 57 años y un hombre de 31 años de edad).
Al momento, se encuentran 215 familias albergadas y 18 albergues activos de los 110 que están dispuestos a nivel nacional.
Pudo haber sido un evento extremo con mayores afectaciones, pero el Gobierno del Presidente Nayib Bukele siempre busca anticiparse a las amenazas de los fenómenos naturales, antes de que impacten suelo salvadoreño; gracias a lo cual el Sistema Nacional de Protección Civil y las instituciones que lo integran ya estaban listos y preparados antes del ingreso de la tormenta Pilar, para resistir y mitigar con mayor “resiliencia” a las afectaciones que pudiese causar este fenómeno climático.
