Este simulacro constituye una de las probabilidades de materialización de amenaza sísmica en diferentes puntos de Centroamérica, en este caso de Panamá. Por tanto, siempre en el marco de una simulación, el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional de Panamá, elevó su alerta máxima (alerta roja) y de forma inmediata se activaron todos los enlaces de los países, tal como lo establecen los Procedimientos del Mecanismo Regional de Asistencia Humanitaria de Centroamérica; asimismo, se activó el Centro de Coordinación de Asistencia Humanitaria y el Protocolo Centroamericano para el envío, tránsito y recepción de asistencia humanitaria internacional y técnica de los países de la Secretaría de Integración Centroamericana (SICA). Este fue uno de los procedimientos que también se sometió a evaluación en este simulacro.